En pocos días daremos carpetazo a la estación fría.
Admito que estoy deseando, y no tanto por las bajas temperaturas, que más bien me gustan, si no por la humedad y la falta de luz durante los últimos meses.
Y aunque el mercurio sigue sin animarse a subir, no podemos ya evitar, o yo por lo menos, pensar en:
- guardar el abrigo
- salir a correr cuanto antes descalzos por la hierba
- plantar nuevas semillas en el huerto
- alegrarnos con los primeros zumbidos de las abejas
- escuchar de nuevo el croar de las ranas
- embriagarnos con el perfume y la belleza de las primeras flores
- celebrar la llegada de las libélulas
Yo es que veo los primeros brotes en las plantas y me pongo como loca. Me recorre una energía difícil de describir.
Uno de los momentos más mágicos del mes de marzo es sin duda el de la recolecta de savia de abedul.
En el lenguaje de la naturaleza, que no del calendario, la subida de la salvia señala el principio de la primavera.
Recolectarla es una actividad que nos reconecta irremediablemente con los ciclos de la vida y nos llena de energía vital.
Por ello quiero invitarte, a través de este artículo, a que me acompañes en esta labor tan placentera.
Prepárate que ¡nos vamos!
El gran abedul
Este árbol (Betula pendula), sagrado en muchas culturas por sus propiedades medicinales, nos ofrece cuantiosas virtudes depurativas gracias, entre otras, a su savia.
Es la bebida perfecta para depurar el organismo y cargarnos de energía después del sedentarismo y de los excesos alimenticios del invierno.
En Canadá aprendí como este árbol proveía de todo lo necesario para la vida diaria a los diferentes pueblos autóctonos que poblaban (y pueblan) su vasto territorio.
Con los indios atikamekw, por ejemplo, aprendimos el arte de hacer cestos, cucharas, platos y hasta las míticas canoas a base de corteza de abedul. ¡Cuánto ingenio! ¡Qué fascinante!
También degustamos deliciosas infusiones de hojas tiernas de abedul, de alto valor diurético.
De sus labios escuchamos variados cuentos filosóficos sobre las enseñanzas que nos ofrece este árbol majestuoso y que se han ido transmitiendo de generación en generación.
Mi querida mentora y chamán Louise me enseñó a utilizar el polvo entre las capas de corteza como polvo cosmético para pieles con exceso de grasa.
Y como no, aprendimos el valor de la corteza de abedul para iniciar un fuego por ser altamente inflamable. Esto se debe a que es rica en resina.
El abedul ofrece un sinfín de aplicaciones para la vida cotidiana… conectada a la naturaleza.
Nunca he dejado de asombrarme al comprobar cómo hemos sabido cooperar con ella sin destruirla para evolucionar hasta donde hoy hemos llegado.
A ver logramos también no cargamos todo lo que hemos conseguido.
¿Qué partes se utilizan?
Como he ido contando, del abedul se pueden aprovechar diferentes partes.
Hojas y las yemas
Se toman en infusión para aliviar trastornos de las vías urinarias y reúma
Las primeras hojas, además, son tiernas y comestibles. Se pueden añadir a ensalada o comerlas de aperitivo mientras paseamos por la naturaleza.
Corteza
Es diurética, antiséptica y tónica, por lo que se utiliza para limpiar la piel y para enfermedades como el reúma, la gota o para tratar el eczema.
Polen
Se emplea para el estreñimiento y en cuadros de agotamiento.
Eso sí, cuidadito si tienes alergia ya que este polen es un de los que más desencadena este tipo de reacciones.
Hongo
El hongo de abedul o chaga tiene importantes propiedades antioxidantes, antitumorales e inmunorreguladoras
En el artículo de hoy nos vamos a ocupar solo de la savia y como siempre, vamos por partes.
Savia de abedul ¿qué es?
La savia es un líquido prácticamente incoloro y ligeramente dulce que proviene del agua que absorben del suelo los abedules a través de sus raíces para alimentar las yemas y estimular su desarrollo.
Es una bebida natural única que calma la sed y tiene importantes propiedades que luego veremos.
En un mundo invadido por las bebidas carbonatadas y los zumos muertos, hemos olvidado los preciosos regalos que nos ofrece el medio natural en cada época del año.
Si bien es cierto que se le ha empezado a dar importancia a bebidas naturales como el agua de coco, quizás sería más adecuado interesarnos por lo que la naturaleza nos ofrece en nuestra zona.
Pero no te preocupes, aquí estamos nosotros para desempolvar y sacar del olvido estos remedios ancestrales.
Cómo se obtiene
La extracción de savia de abedul es posible durante unas seis semanas al año que van, desde finales de febrero a principios o mediados de abril, aunque puede variar según las latitudes.
La savia empieza a acumularse con la aparición de los primeros brotes. El pistoletazo de salida viene marcado por el momento en que las yemas empiezan a abrirse al calor de un solecito primaveral que alcance al menos los 10 grados.
Dependiendo del tamaño del tronco, se pueden llegar a obtener hasta 5 litros al día por árbol, sin producirle daño alguno.
Elegiremos siempre árboles jóvenes, pero no demasiado pequeños, digamos que a partir de 45 cm de diámetro.
Procedimiento:
- Con ayuda de un cincel o de un cuchillo, realizamos un orificio en el tronco de entre 5 y 8 cm de profundidad y entre 5 y 8 mm de diámetro
- En él insertamos una cánula, tubo de varios centímetros o incluso una pajita metálica que hoy en día es fácil de encontrar, que desembocará en una botella de cristal que previamente habremos atado al árbol y que dejaremos unas horas o incluso un par de días, según su tamaño.
- Una vez hemos acabado de extraer el agua cerramos el orificio metiendo en él una ramita del mismo abedul o un poco de musgo, agradeciéndole su regalo
- Por último, guardaremos la savia en la nevera en botellas o recipientes de cristal (se conserva alrededor de tres semanas) y ya solo queda empezar nuestra cura de primavera ¡cuanto antes!
CONSEJO: Puedes conservar una parte de tu cosecha congelándola en forma de cubitos de hielo.
Propiedades y beneficios
Las propiedades de esta bebida no son nada despreciables, de ahí la importancia de recuperar este saber.
- Rica en minerales (potasio y calcio), oligoelementos, como cobre, hierro, manganeso, zinc y en vitamina C, remineraliza el organismo y fortalece el tejido óseo, tanto en niños en edad de crecimiento como en adultos con dolencias tipo osteoporosis.
- Sus flavonoides antioxidantes, como la quercitina, protegen las células de la dermis y de la epidermis retrasando el envejecimiento.
- Contiene ácido clorogénico, que regula la actividad del sistema inmunológico reduciendo la inflamación en casos de artritis.
- Otro principio activo es el salicilato de metilo, cuyo efecto es comparable al del ácido acetil salicílico de la aspirina en el tratamiento del dolor como analgésico tópico.
La savia es un excelente remedio diurético y depurativo que favorece la eliminación de toxinas como el ácido úrico o el colesterol y de grasas por su capacidad de estimular el hígado y de drenaje a través de los riñones. Puede incluso disolver las piedras que se forman en éstos.
Cómo se toma
Se vende en herbolarios, pero si tienes la posibilidad de recogerla tú mismo y beberla fresca, te lo recomiendo encarecidamente.
Con fines depurativos y para nuestra cura de primavera, empezaremos el día con medio vasito en ayunas (100 ml) para ir aumentando hasta 1 vaso al día durante mínimo dos, y máximo tres semanas.
Ten en cuenta que la savia contiene sustancias a las que nuestro organismo no está acostumbrado por lo que te aconsejo que bebas primero una pequeña cantidad y observes cómo reaccionas.
Otros usos
Además de su uso tradicional como bebida depurativa en primavera, la savia de abedul tiene otros usos menos conocidos.
Para la piel
Regálale a tu piel un tónico excepcional. Aplícala en forma de spray, o con una gasa embebida en savia que aplicarás sobre el rostro hasta que se seque.
Úsala como base para elaborar tus cremas.
Para el cabello
En champú: te recomiendo que emplees la receta de champú que doy en este artículo. Solo tienes que sustituir la infusión de ortiga por la savia de abedul.
Tónico capilar: si tienes problemas tipo caspa, cabello graso o caída, masajea a conciencia el cuero cabelludo con savia de abedul 1 vez al día durante 4 semanas.
Si no tienes dichos problemas puedes disfrutar igualmente de un rico masaje de savia excepto si tu cabello es rubio ya que oscurece el mismo.
Precauciones y contraindicaciones
Antes de lanzarte a la aventura, ten en cuenta lo siguiente.
- Beber suficiente agua durante los días que dura la cura por el poder diurético de esta bebida.
- Evitar en caso de insuficiencia renal y cardíaca.
La savia de abedul es bastante segura, pero no está de más tener en cuenta estos dos puntos.
Ahora ya conoces los secretos del abedul y su savia
Algo me dice que estás deseando probar esta delicia y poner en práctica algunas de nuestras recomendaciones..
Yo que tu no dejaría pasar otra primavera sin experimentar con todas las posibilidades que nos ofrece este árbol tan mágico y majestuoso.
¿Te animarás?
Estoy deseando escuchar tus experiencias. Si conoces otras aplicaciones sería genial que las compartieras con todos nosotros.
Seguimos la conversación en los comentarios.
Un gran abrazo,
IMPORTANTE: EL CONTENIDO DE ESTE ARTÍCULO TIENE UNA FINALIDAD ÚNICAMENTE INFORMATIVA, EN NINGÚN CASO SUSTITUYE LA CONSULTA, TRATAMIENTO O DIAGNÓSTICO DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE.
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siempre me han gustado los abedules y después de leer este articulo todavía mas
Muchas gracias Marta, me alegra leer tus palabras.
Un gran abrazo,
Kiki