Hoy estoy feliz de presentarte un artículo por cortesía de Manu y María, pareja al frente del blog Yoguiyoga y apasionados del yoga y la meditación, que nos van a mostrar otro de los muchos y posibles caminos que existen para vivir una vida más plena si estamos dispuestos a reconectar con nuestra verdadera naturaleza.
Sí, sí, esa que tenemos tapada bajo el asfalto y las máscaras del condicionamiento social.
Hace ya varios años que practiqué yoga y he de decir que en su momento fue una herramienta que me ayudó muchísimo, a todos los nives, lo cual no esperaba porque era bastante excéptica al respecto.
El problema es que hay muchas escuelas y tipos de yoga y es imprescindible que des con aquella que se ajuste a ti y a tu momento vital.
Por eso estoy muy contenta de presentarte el proyecto de estas dos grandes personas. Su experiencia es muy valiosa y es un placer que la compartan con nosotros a través de este completo artículo que nos has prepaprado.
No me enrollo más y te dejo con los expertos en la materia, no sin antes agradecerles de nuevo su aportación a esta comunidad.
¡GRACIAS!
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Estoy seguro de que en algún momento de tu vida te has preguntado si la vida que estás viviendo es la que de verdad te gustaría vivir, de si de verdad estás siendo totalmente “sincero” contigo mism@.
Y también estoy seguro de que te habrán entrado unos sudores fríos, como unos escalofríos por todo el cuerpo, cuando se te pasaba por la cabeza la remota posibilidad de que en realidad, estás desaprovechando tu vida.
¿Qué duro no? ¡Uff mejor no lo pienso que me estoy estresando!
Seguro que algo así habrá pasado por tu cabeza para tranquilizarte y no pensar en ese tema que de otra forma no te dejaría dormir.
¡Hola! Somos María y Manu y no, no venimos al blog de Kiki y Bert para deprimirte si no ¡todo lo contrario!
Venimos a contarte nuestra historia de cómo nosotros hemos conseguido vivir una vida plena y feliz conectando con nuestro verdadero SER, entendiéndonos y dejándonos el espacio para poder vivir de la forma que nos gustaría vivir.
Si quieres saber cómo lo hicimos, te animamos a que sigas leyendo.
Hoy queremos contarte cómo la práctica de yoga y la meditación pueden ayudarte a encontrarte a ti mismo y tu verdadera naturaleza.
La importancia de reconectar con tu Naturaleza
No descubro nada nuevo si te digo que la mayoría de la gente no está contenta con algo en su vida.
Puede ser que no te guste el trabajo que tienes, que no tengas tiempo para el ocio, que no conectes con los amigos que tienes de toda la vida o simplemente, sientes como que no encajas con el mundo que te rodea.
Y esto te lo digo porque nos pasa a todos.
Si te digo que nosotros después de practicar yoga y meditación estamos contentos con todo, somos super happy y vivimos en los mundos de yupi te estaríamos mintiendo vilmente.
Por supuesto que nosotros, María y yo (Manu), tenemos aspectos de nuestras vidas con los que no estamos del todo contentos y que nos gustaría mejorar.
La diferencia que hace que vivamos una vida feliz y plena es que hemos sabido reconocer nuestros puntos débiles, hemos sabido escucharnos a nosotros mismos y ahora sí sabemos lo que realmente queremos para nuestras vidas.
Te lo creas o no pero el yoga y la meditación han tenido gran culpa de este cambio tan sútil pero importantísimo que es el de ser real con uno mismo.
Y ahora está en nuestras manos construir nuestro futuro desde nuestro presente sabiendo en todo momento las personas que queremos ser y las que no queremos ser.
El creer es poder, ya nos lo han contado Kiki y Bert en su artículo “Por qué no consigo mejorar mi estilo de vida”, donde además te dan 8 trucazos para lograrlo.
Nosotros queremos aportar nuestro granito de arena y te contamos a continuación cómo reconectar con nuestra propia naturaleza practicando yoga, la meditación y una actitud positiva ante la vida.
Encuentra tu SER
Para la filosofía del yoga, y para otras muchas filosofías, creencias y religiones se entiende que lo que conocemos como alma, en el yoga se le llama SER, se encuentra detrás de la unión de la mente, el cuerpo y la inteligencia.
Esta unión se puede conseguir por varios caminos, los cuales todos requieren de un compromiso y esfuerzo por nuestra parte.
Para nosotros el dedicarse al menos 20 minutos al día para uno mismo, poder tener tiempo para “escuchar” y “buscar” nuestro SER universal es vital para poder reconectar con nuestra naturaleza.
Para ello nosotros practicamos yoga como vehículo del conocimiento personal, la meditación para la conexión con nuestro ser interior y tratamos de tener una actitud positiva en la vida.
El yoga como vehículo de conocimiento personal
El yoga es una práctica que nos ayuda a conocer nuestro yo interior a través de la práctica de posturas (algo de lo que te voy a hablar ahora), de la meditación y de la respiración (te hablaré sobre esto en el siguiente punto).
Cuando se realizan las posturas físicas en el yoga, también llamadas asanas, puede ser que desde fuera sólo se vea como se levanta un brazo, como se flexiona el tronco desde la cadera o como un “loco” se pone a hacer el pino con la cabeza.
Pero hay mucho más detrás de la postura, creeme.
Cuando se realizan posturas en yoga se está usando el cuerpo como vehículo para conocer lo que ocurre dentro de nosotros a un nivel más profundo.
Si no has practicado yoga antes, al principio te parecerá que es un ejercicio más pero con la práctica debes ir construyendo consciencia alrededor de la asana.
Estar atento a nuestra postura en una asana nos permite conocer lo que ocurre dentro de nosotros, nos enseña a observar los sentimientos que brotan en nuestro cuerpo y a los pensamientos que surgen en nuestra mente.
Aprender a observar todo lo que ocurre dentro de nosotros sin identificarnos con ello nos ayudará a penetrar en las diferentes capas que componen nuestro SER interior para llegar a una realidad más pura.
Sé que todo esto puede parecer súper complicado pero en realidad es algo que llega con la práctica y te das cuenta de que hay posturas que te transmiten unas cosas diferente de otras.
Aprendes a acallar la mente y a estar presente en el ahora llevando tu conciencia a zonas o puntos de tu cuerpo donde nunca antes había habido conciencia.
La práctica de asanas te prepara para la meditación aunque la propia práctica es una meditación en sí misma.
Si estás pensando en comenzar a practicar yoga o quieres una rutina nueva para practicar yoga en casa, te puedes descargar nuestra rutina de 4 semanas de yoga gratuitamente en nuestra web.
La meditación para la conexión con tu ser interior
Lo primero que te voy a decir aquí es: sí, meditar es complicado. Y te digan lo que te digan nadie te puede enseñar a meditar.
Es una práctica totalmente personal.
¡Pero no te desanimes!
Porque si que puedes usar técnicas que a otros les valen para meditar, pueden guiarte en una meditación o puedes encontrar tu propio camino para la meditación.
La meditación es un estado de calma mental donde el tiempo parece que no pasa, de hecho, ¡el tiempo no existe!
Piensalo, no hay un antes ni un después, sólo existe el ahora. Y esto da igual cuando lo leas porque seguirá siendo así, lo único que permanece inmutable e infinito es el ahora.
Lo que pasa es que hoy en día todo el mundo vive recordando el pasado y planeando el futuro y… ¡Nos olvidamos de vivir el ahora!
Es por eso que la práctica de la meditación es super importante. Nos ayuda a centrar nuestro SER en el ahora y eso hace que nuestra mente no fluctúe con los recuerdos o los planes en el tiempo.
Cuando logramos esa conexión con el ahora, es cuando conectamos con nuestro verdadero SER, con nuestro yo interior, con nuestra naturaleza.
Como te he dicho antes sólo tú vas a encontrar tu camino para la meditación.
Para mi las técnicas de respiración o pranayama me ayudan muchísimo a concentrarme.
Practicar yoga me calma muchísimo y al acabar noto que mi mente está más dócil para la meditación.
Hacer ejercicios de reconocimiento del cuerpo físico también me ayuda a reconectar con el aquí y ahora.
En definitiva, hay un montón de técnicas para comenzar a meditar, tú sólo tienes que probar y usar la que mejor te venga.
Tu actitud ante la vida
Seguro que habrás escuchado un montón de veces eso de que “en la vida se recoge lo que se siembra”.
De que hay que ser positivos en la vida, hay que ser felices aunque las cosas no vayan del todo como uno quiere, de que la vida te devuelvo aquello que tú das.
Y la verdad que creo que es totalmente cierto.
Puede ser que hayas tenido situaciones, o estés viviendo momentos en la vida muy difíciles y super injustos.
Seguro que alguna vez has pensado: ¿por qué me pasa esto a mi? ¡yo no me lo merezco!
Y sin conocerte te digo que ¡claro que no te lo mereces!
La vida no es justa y no lo va a ser con nadie pero eso no es excusa para no ofrecer lo mejor de ti al resto.
Uno de los principios del karma es que recibirás aquello que ofreces.
Te propongo que hagas un ejercicio mañana mismo para ver como tus actos tienen un impacto tremendo en aquello que recibes.
El ejercicio que te propongo es el siguiente:
- Durante un día entero, vas a sonreír a cualquier persona con la que te cruces.
- Vas a dar las gracias y ser lo más amable que sepas ser con cualquier persona o ser vivo que te encuentres.
- Vas a ofrecer tu ayuda honestamente, es decir, sin esperar nada a cambio, a cualquier persona que creas que lo necesite, puede ser ayudando a tu compañero de trabajo con algo en lo que anda atascado, puede ser ayudando a alguien que te encuentres por la calle y creas que le vendría bien algo de tu ayuda o simplemente puedes pasar algo de tiempo o tener una charla con tu mejor amiga, tu padre o tu abuela.
Ahora te pido que por favor recuerdes las caras de esas personas, sus reacciones…
¿Cuántos de ellos te devolvieron la sonrisa? tal vez ¿uno¿, ¿dos?…
¿Cuántas personas fueron amables contigo? ¿alguien te devolvió las gracias al menos?
¿Cuál fue la reacción de la persona a la que ayudaste? ¿Mejoró su expresión o su estado de ánimo?
Y qué pasa si ahora te digo que con sólo una sonrisa, un gracias, o una simple charla con tu abuela has sido capaz de mejorar el día de una persona.
¡Nuestros actos son poderosísimos!
En nuestras manos está la posibilidad de cambiar la vida de otras personas o seres vivos.
Creas o no en el karma, creo que el saber que has sido la mejor persona que has podido ser durante un día entero no tiene precio.
Y lo único que te pido aquí es que trates de ser la mejor persona que puedas ser todos los días de tu vida.
Sé la mejor versión de ti mismo.
Porque no hay nada que pueda reportar mayor felicidad y plenitud a tu vida que el saber que estás haciendo todo lo posible para construir un mundo mejor y más amable.
Cuando te des cuenta de esto y del poder que tienen tus actos, tu vida no volverá a ser igual, vivirás de una manera más feliz y plena, ¡sin duda!.
Namasté
Manu y Maria
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