Como lo prometido es deuda, aquí tienes la parte más practica sobre el tema que nos ocupa.

En el artículo anterior te hablaba de cómo proteger la piel del sol de forma natural sin tener que recurrir a cremas.

A pesar de todas las precauciones que podamos tomar, en verano la piel está mucho más expuesta a los elementos. La mayoría queremos aprovechar la estación estival al máximo y pasar el mayor tiempo posible al aire libre.

Por eso, es recomendable prestarle más atención y dedicarle unos cuidados más especiales con productos de máxima calidad. Para ello, contamos con excelentes aliados que la naturaleza nos ofrece generosamente.

Vamos a proceder en tres fases:

  • Protección
  • Rehidratación
  • Reparación

 

1. Protección

Tal y como he explicado en la primera parte de este artículo hay que protegerse sí o sí.

Personalmente utilizo un aceite solar vegetal a base de aceites esenciales, tanto para la cara como para el cuerpo:

  • 100 ml de aceite de coco fundido (índice de protección 8, al igual que el aceite de oliva)
  • 50 gotas de aceite esencial (AE) de lavanda (Lavandula vera) (índice de protección 6)
  • 10 gotas de AE de menta (Menta piperita) (índice de protección 7)

Remover antes de que vuelva a solidificarse. En zonas calurosas no será necesario ya que por encima  de los 25°C permanecerá líquido.

A veces sustituyo el AE de lavanda por el de semillas de zanahoria, cuyo índice de protección es el más elevado, entre 38 y 40.

Si quieres saber más sobre el índice de protección de aceites vegetales échale un vistazo a este estudio. Debes saber que los datos obtenidos son in vitro, no in vivo. Esto significa que las pruebas se han realizado en tubo de ensayo, no con organismos vivos.  

Además, ten en cuenta que mi tipo de piel es tirando a moreno de por sí, y que siempre tomo el sol de forma progresiva, nunca más de 30 minutos seguidos ni en posición estática. Lo que me funciona a mí no tiene por qué funcionarte a ti, por eso es preciso que analices tu tipo de piel y tomes las precauciones necesarias.

 

2. Rehidratación

La planta por excelencia para este cometido es el aloe vera. Es muy rica en mucílagos, suaviza y penetra muy bien a través de la epidermis, lo que favorece su capacidad de hidratación.

Vamos a utilizar el jugo o zumo:

Por cada 100 ml añadiremos 80 gotas de AE de lavanda (Lavandula vera) por ser antiinflamatorio y calmante. Obtenemos así un práctico espray si introduces la mezcla en un pulverizador.

Agitar antes de usar.

Pulverizar por todo el cuerpo cuantas veces gustes. 

Beber mucha agua para mantener un nivel de hidratación óptimo.

Beber té verde por su poder antioxidante. Según este estudio el té verde protegería nuestra piel del daño causado por la exposición solar.  

 

3. Reparación

En esta última etapa, vamos a utilizar de nuevo aloe vera pero, esta vez, en forma de gel. Las proporciones son:

  • Por cada 100 ml de gel, añadimos 50 gotas de lavanda.

De ser necesario, se puede aplicar varias veces al día.

Una vez que el gel de aloe haya penetrado bien en la piel, vamos a utilizar un preparado oleoso. Te propongo dos alternativas:

a) Seguir con el aceite de coco, aplicando una buena capa después de que el aloe haya penetrado.

b) Emplear una mezcla, a partes iguales, de aceite de hipérico (Hipericum perforatum) y aceite de caléndula (Calendula officinalis). El primero es antiinflamatorio y cicatrizante. El segundo, regenerador de tejidos dañados. Tan solo, una pequeña precaución relativa al hipérico: es fotosensible por lo que puede irritar la piel si le da el sol. Por ello, lo mejor será no volver a exponerse al mismo una vez aplicado.

Aun así, recuerda que la mejor protección es la que ofrecen la ropa ligera, de materiales naturales como el algodón (índice de protección 15) y los sombreros, además de todos los consejos que te contaba en la primera parte de este artículo.

Y, ahora, ¡sí que sí! Hemos entrado de lleno en el mes de julio y toca disfrutar de los beneficios del sol y de las merecidas vacaciones.

 

Si te ha gustado el artículo, o si tienes otros trucos para protegerte del sol de forma natural, déjame un comentario o compártelo en las redes sociales.

Un abrazo enorme,

kiki firma

NOTA IMPORTANTE: MUJERES EMBARAZADAS Y NIÑOS PEQUEÑOS DEBEN CONSULTAR A UN PROFESIONAL ANTES DE UTILIZAR ACEITES ESENCIALES.  EL CONTENIDO DE ESTE ARTÍCULO TIENE UNA FINALIDAD ÚNICAMENTE INFORMATIVA, Y NO NOS HACEMOS RESPONSABLES DEL USO QUE SE HAGA DEL MISMO.

 

 

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Soy Kiki Nárdiz, coautora del blog Rewilding Drum, desde el que comparto estrategias y herramientas para ayudarte a salir del automatismo y a recuperar la energía vital a través del contacto consciente con la naturaleza. Te regalo mi guía “7 errores que te alejan de tu naturaleza salvaje y cómo solucionarlos”.

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